1440.1439.1438.1437....

     Mientras ordenaba  algunas cosas en mi camarote, he encontrado una cajita  que hacia tiempo  había perdido de vista.  Me siento en el suelo , justo en un pequeño hueco que había dejado entre tanto desorden, para abrirla con tranquilidad. Dentro de la cajita había un papel doblado, parece una carta. La abro y leo:  

     Amigo,  hoy quiero regalarte 1440 minutos para que los puedas disfrutar como quieras…y recuerda que el tiempo no espera por nadie.  

Un regalo

   Esta noche me han dado un "regalo" sin ningún motivo. Mientras preparaba la cena, oigo el timbre de la puerta de casa. La abro y allí estaba Ander,  es el hijo de mi vecino y tiene 9 años , con una bolsita de cruasanes. A su lado estaba su padre que me hace un gesto de complicidad. Ander me cuenta que escucho una vez que me gustaban los cruasanes de una famosa panadería de Vitoria y por eso quiere dármelos. La verdad es que me dejó sorprendido ya que no me lo esperaba.

-¿Dónde los has comprado?- le pregunté aunque sabia la respuesta.

  Pues...estos cruasanes los he comprado en la mejor panadería del mundo mundial- contesta Ander mientras me daba la bolsita. Su respuesta me provoca una sonrisa .

-No debiste haber ido a esa panadería tan lejos sólo para buscarme un regalo- le digo a Ander.

Este sonríe y me responde:

  - Sabes…convencer a mi padre y el tiempo invertido en buscarlo es también parte del regalo

     Muchas veces esperamos regalos en fechas señaladas pero los detalles "inesperados" nos sorprende tanto que en más de una ocasión nos dejan sin palabras. Detrás de un regalo se esconden detalles que también recibimos pero que no solemos percibir ni apreciar. Pensar, buscar, elegir, elaborar, construir, crear... todo ello pensando en la persona que se lo vamos a regalar. Todo esto también son parte de un regalo…son esas emociones invisibles y silenciosas  que lo acompañan  y lo envuelven antes , durante y después de entregarlo....

Perfect@s

      Me  paro con el coche en la gasolinera, esa que está detrás del palacio de justicia de Vitoria al final de la Avenida Gasteiz. Se acerca una chica con un mono de trabajo color verde-rojo y me pregunta:

-Diesel  o 95? ¿Cuánto?- con tono de cansada y mirándome.

-Lleno, por favor- le contesto con el mismo tono.

       Mientras esperaba, me he fijado en una pareja que estaban discutiendo dentro de un coche parado al lado de un surtidor.  Estaban solos, el conductor tenia su ventanilla bajada, no sé muy bien de que discutían,  pero oigo como el chico le dice  “me da miedo de que no lo seas...“.

¡¡Ya está lleno…algo más?- me pregunta  el dependiente.

No gracias, pagaré dentro- le contesto

    En el momento de entrar en la tienda, veo como la chica sale del coche  y viene hacia mi. Me acerco al mostrador y tras decir el nº de surtidor al dependiente, le entrego mi tarjeta para pagarle. ¡¡Qué cara está la gasolina!! . 

    Detrás de mi está la chica esperando mientras habla con su móvil. Habla con tono elevado, enfadada y rabiosa. No sé si no se ha dado cuenta pero no está sola en la tienda, pero ella sigue hablando,  sin problemas de que la escuchemos.

   Ese gilipollas me ha dicho qué soy distinta a otras chicas que ha conocido pero qué  mañana seguramente se aburrirá de mi y ya no seré "su chica perfecta"…qué se cree ese cretino…..ya....es un puto inmaduro…si...ya me lo habías dicho...bien...estoy qué ...¿dónde?...sii…pero me gusta…quiero intentarlo...oye... - sigue hablando por el móvil sin parar de moverse de un lado para otro.

 Salgo  de la tienda y allí se queda la chica  hablando con su móvil. Antes de coger mi coche, veo que el chico ya no está en la gasolinera, se ha ido sin ella... ¡¡Vaya...ha decidido que esa chica no entre en su vida !! .

Txein

        Txein es un hombre que tiene  26 años y es de Senegal. Dice que lleva en Vitoria unos dos años tras haber conseguido llegar a Cádiz dentro de una patera. Txein habla poco, aún le cuesta entender nuestro idioma. Me ha dicho que trabaja en una panadería del barrio de Lakua.  Suelo coincidir con él en la piscina del centro cívico de Ibaiondo y de vez en cuando,  cruzamos alguna que otra palabra antes o después de haber nadado.
   
        ¡¡Hoy has nadado muy bien…nos veremos…hasta luego Txein !!-le digo antes de entrar en los vestuarios.

      Esta noche he dormido mal. He tenido una pesadilla …pero me ha parecido reconocer a Txein  que me ayudaba …¿qué ha pasado? …llovía, hacia frío y no podía nadar…

      … ¡¡Por una vez no  maldigo ese sonido tan desagradable que me despierta por las mañanas ...!!...Uf... vale...tranquilo...estas en casa…sólo ha sido un mal sueño…eso...¡¡ un mal sueño… !!!

Ha llegado...

      Hoy mientras paseaba por el parque de San Martín, veo a cuatro chavales,  de unos 6 años,  que estaban mirando una flor. Al ver que paso cerca de ellos, la chica del grupito me pregunta :

          Por favor  señor,  esta flor que está aquí ...¿qué flor es? - dice   la   peque-

          Una margarita-les contesto.

          Ahhhh- responde uno de ellos.

         ¡¡Esperar...!! Yo también quiero haceros una pregunta. Podéis decirme algo acerca de esa   flor- les pregunto.

 
       Se extrañan por la pregunta pero deciden responderme. Uno casi me da una conferencia filosófica sobre la flor (¡¡no paraba de hablar...uf!!). Otro me dice que le recuerda a una foto de una propaganda del eroski. Otro intenta vendérmela (este tiene espíritu comercial) . En fin...todos tratando de quedar por encima de los demás. En cambio, el más pequeño no me ha dicho nada. Solo la mira en silencio. 

       Me dirijo al pequeño y le vuelvo a preguntar acerca de esa flor. La vuelve a observar en silencio durante un momento,  me mira  y sonríe sin decirme nada. Solo él la había visto. Se levanta y se marcha con el balón, los otros le siguen.  

     Mientras camino por el parque de vuelta al trabajo, me doy cuenta que las flores empiezan a dar color al día  , se nota que hoy ha llegado , y  se quedará aquí entre nosotros  durante unos meses...y mientras tanto espero que la puedas ver .

Hoy

   

     Por fin parece que ha dejado de llover en Vitoria y  el sol tiene intenciones de asomarse a lo largo de esta mañana. Me subo en mi  coche para ir al trabajo. Antes de arrancar enciendo la radio que escupe noticias sobre Libia . Cambio de emisora tratando de encontrar algo de música. En el momento de arrancar el coche , pasa delante de mi un chaval en bici que me recuerda que podría haber ido al curro tranquilamente en mi bicicleta pero.. ¡¡Vale..!! Podría haber cogido la bici pero hoy tengo un día de esos "vagos"... 

     ¡¡ Mierda!!!...semáforo rojo y me toca esperar a que pase el tranvía. Mientras espero me fijo que en el semáforo hay un plástico fino que esta enganchado a una farola .Tiene algo escrito pero no lo veo bien.  Bajo la ventanilla del copiloto y consigo leer lo que han escrito:   "Hoy puede ser un gran día"...

     Me pita el coche que tengo detrás y retomo mi camino hacia el curro pensando sobre esa frase que me han planteado de esa manera. Aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de mi  para que hoy pueda ser un gran día…

Desconecta para conectar

                                                              

         Entro en un bar de Lakuabizkarra para tomarme un café antes de ir a trabajar. Me acerco a la barra y una joven camarera me atiende con una gran sonrisa. 

- ¿Qué quieres?- me pregunta

- Un cortado descafeinado-  le contesto.

   Se da la vuelta y me lo prepara. Me gusta que pongan esa galletita con el café. ¡¡buen detalle!!. Coge mi cortado pero le suena el móvil que llevaba en un bolsillo de su pantalón. Contesta  riéndose y deja mi café al lado de la cafetera.  ¡¡¡Durante 10 minutos se ha olvidado de mí y de mi café!!.  ¡¡¡Espero, espero!!! 
...............................

                         

    Son las 16:30 y he quedado con una amiga en el Artium para tomar un café mientras charlamos sobre nuestras vidas. Llega puntual y tras pedir los cafés, charlamos tranquilamente. A los 10 minutos le suena el móvil y contesta.

-Lo siento pero no te oigo…espera..qué salgo fuera…-le dice a la persona que está al otro lado del móvil.

   Pasan 10 minutos y vuelve. Me pide disculpas y retomamos la amigable charla. A la media hora vuelve a sonarle el móvil. Se repite la misma acción y me quedo solo en el bar esperando a que acabe de hablar.  ¿Espero?  ¡¡¡No!! . Me levanto, pago los cafés y me marcho del bar .  Ella sigue hablando por el móvil sin darse cuenta que me he ido. 

¿Me respetas o solo respetas a tu móvil?

De vez en cuando desconecta tu móvil para conectar con la vida aunque sólo sea durante un momento.

Espejito, espejito

     Hacia tiempo que no iba al cine solo. Antes me gustaba disfrutar de algunas películas en soledad y sobre todo, en un horario en el que hubiese poca gente, de esta forma podía elegir mi sitio sin ningún problema. Era un martes lluvioso y me acerque a la primera sesión en los cines Yelmo en el centro comercial del Gorbeia. Botellín de agua y ... ¡¡¡desconectaré del mundo durante un buen rato mientras disfruto de la película!!!. 

     No hay nadie en la sala y hace frío. Justo en el momento de empezar la “peli” entra una persona que se sienta detrás de mi pero a una distancia de dos filas.  Me concentro  en la “peli” pero a lo 10 minutos, oigo unos ruidos en la sala y de reojo,  miro para atrás. Cada cierto rato, oigo un ruido  detrás de mi. Empiezo a ponerme nervioso “gracias” a mi imaginación que juguetea en mi cabeza alimentando mi miedo a … ¡¡¡ no lo sé !!!.

     Los minutos se me hacen eternos y estoy más pendiente de lo que pasa detrás de mí. Trato de tranquilizarme pero…no puedo y empiezo a agobiarme pensando mil cosas raras que me pueden pasar en esa sala. La oscuridad y esa soledad compartida con una persona desconocida en una gran sala, me inquieta tanto que al final decido irme. 

  Al salir del cine veo en el suelo  un papel que me llama la atención. Lo cojo y leo:

Karamba…¿por qué he tenido miedo si no ha pasado nada?

  Lovecraft, maestro del cuento gótico, dijo que la emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos,  es el miedo a lo desconocido.

Repítemelo

      Ayer estuve en casa de mi padre. Hacía tiempo que no le visitaba y al salir del trabajo, me acerque para saludarle. Estaba tranquilo en el salón de su casa  mientras leia una de sus miles de novelas del oeste de Marcial  Lafuente Estefanía. Me resulta curioso que cuando acaba una de las novelas, hace siempre un dibujo en una de las páginas (concretamente en la página 20). Según él, es la manera de reconocer las novelas cuando las cambia por otras en la librería del barrio. Cojo una novela y me doy cuenta que junto al “dibujo” de mi padre,  conviven otros signos extraños de lectores anónimos en otras paginas .

       Antes de irme me pregunta como se utiliza el teléfono inalámbrico  que le regalamos hace unos días en su cumpleaños. Me dice que no se acuerda  y que suele dejarlo descolgado. Se lo explico y cuando parece que lo ha entendido, me hace un gesto de no enterarse. Estoy cansado…pero se lo vuelvo a explicar con desgana y enfadado. 

      ¡¡Papa!!…¡¡vamos...hombre!!...qué es muy fácil…presta más atención...¡¡ostias!!...ya está...le das a este botón y luego al otro...ya...ya está...uf...estoy cansado…¡¡me voy!!!. 

      Me levanto y sin mirarle, me despido hasta otro día.  Allí se queda con sus novelas y con su teléfono. Al llegar a mi casa me doy cuenta que me he olvidado una carpeta. Le llamo pero salta el contestador una y otra vez. En ese momento soy consciente de todo lo que ha pasado...

¿Las palabras se disfrazan?

                      

  Esta mañana los peques y algunos "papas/mamas" del barrio iban disfrazados de mil formas diferentes . Casi todos iban sonriendo aunque he visto a más de uno llorar al no gustarle su disfraz o porque le hacían daños esos zapatos de princesa .Me imagino que muchos de ellos participarán en el desfile de carrozas de esta tarde en el centro de la ciudad... Me gusta que las calles tengan pinceladas de  "color" en este invierno tan gris y con poca luz en Vitoria. ¡¡Iremos a verlo!!!

 Es la hora de comer y enciendo la tv mientras preparo la comida en casa. Llaman por teléfono y salgo a cogerlo…¡¡algún día tendré que poner uno en la cocina…uf!!!. Al cabo de un rato vuelvo y mientras  coloco los platos en la mesa, algo me llama la atención  en la tv.

Ya…buenos disfraces…y encima parece que se creen lo que dicen…que pena que solo sea un disfraz... .Claro… el carnaval nos permite jugar con ser alguien diferente durante unas horas  para cambiar nuestra realidad antes de volver a nuestra rutina cotidiana....¡¡¡En fin…sólo era un anuncio carnavalesco…qué pena!!! Anda…que se me pasa el arroz…. . 

¡¡¡¡Bla, bla, bla...!!!

     No hace mucho encontré cerca de mi casa una frase escrita en una pared colindante a una agencia de viajes. Entre publicidad de viajes, carteles de venta de pisos, notas de contactos y panfletos políticos…allí estaba escrita con un roturador rojo y en mayúsculas. 

     La letra era muy chula y tenía su propio "hueco" en aquella pared repleta de información...  ¿Qué decía? Pues que...

"Cuando hables,procura que tus palabras sean mejores que el silencio"

Cierra tus ojos...

  Hoy llueve, hace frió…es un típico día de invierno en Vitoria. Mientras estaba haciendo recados por la calle Dato,  algo rompe el silencio que provoca la lluvia en esta mañana tan gris: el sonido lejano de un violín. Miro a  mí alrededor y veo, cerca de un portal, a  una persona con un violín. A su lado hay dos paraguas y debajo de ellos, un niño y su padre. Los dos estaban escuchando al violinista mientras llovía. ¡¡¡ Me gusta como suena ese violín !!!.


      Decido quedarme con ellos  escuchando al "vagabundo" y a su violín. Ese hombre tenía una pequeña maleta entre sus pies y a su lado,  había un cachorro medio escondido debajo de una manta sucia y vieja. El violinista nos mira  y nos sonríe mientras toca suavemente el violín. Me fijo que el padre le pide al niño que cierre los ojos para oír la música. No sé porque pero yo también le hago caso: cierro los ojos durante un instante. Al cabo de unos segundos, el violinista  deja de tocar y de manera inesperada, nos aplaude a los tres por haberle escuchado de esa manera . Me sorprende su reacción y me sonrojo. Recoge su violín y se marcha con su perro a otro lugar. 

No sé quien eres pero has conseguido que esta mañana tan gris sea diferente.

    ¿Cuántas veces no nos paramos a oír la música que está a nuestro alrededor? Cierra los ojos y escucha durante un momento a qué suena tu “alrededor”… y luego intenta escuchar esa música, esa canción que tanto te gusta pero…no olvides cerrar los ojos  !!!