28 dic 2011

Diferente


          " No todo en la vida es de un color o de otro. 
Miren sino el arco iris." 

         
                                            


Un abrazo para todos/as en este nuevo 201que está muy cerquita....y que podamos seguir disfrutando del arco iris aunque en más de una ocasión, lo veamos todo de un solo color.

21 dic 2011

Sensaciones




   Mi hija está nerviosa y nos ha vuelto locos a todos buscando una caja metálica especial- me cuenta Carmen.

   Carmen es mi vecina, tiene una hija de unos 7 años, con unos rizos y una bonita sonrisa sin dientes porque el ratoncito Pérez se los ha robado. Carmen me cuenta que está nerviosa con los preparativos del viaje de su hija con su tío Jhon para poder pasar las navidades con el abuelo al otro lado del “charco”. Mientras me sigue contando sus preparativos, nos interrumpe una llamada de teléfono. Carmen pide disculpas y atiende a su estilo, es decir, que nos enteramos todo el vecindario de su conversación.

¿Qué pasa...?...vale…que has encontrado la caja … Estáis locos los tres….ya, ya…oye…ya sé que últimamente el abuelo está raro pero…no le hagáis caso…- me mira y me hace un gesto diciéndome que están locos.

Bien…mañana la recoges, cenas en casa y luego, os vais al aeropuerto…¿qué?...tu sabrás…pero qué caprichos más tontos tiene el abuelo…nos vemos mañana…- responde con cara de asombro.

Qué quiere tu padre de regalo de navidad?- le pregunto con curiosidad

Una bobada pero su tío y mi hija han decidido que se haga realidad. Sabes…quieren una caja para… -suena otra vez el móvil de Carmen e interrumpe por segunda vez nuestra charla pero esta vez me hace un gesto para decirme que más tarde seguiremos hablando. 





"Los pequeños detalles se convierten en grandes regalos"  

14 dic 2011

Preparados, Listos ,Ya!!


     Dejo la bici aparcada cerca de los cines Guridi y al acercarme a su cartelera, veo en el suelo un coche verde de metal dentro de su caja de plástico. Lo cojo, me doy cuenta que está nuevo, y tras mirarlo oigo como una señora mayor se acerca y me pide que se lo devuelva ya que se le había caído de la bolsa. Dice que ese coche es para uno de sus nietos y tras darme las gracias, se marcha contenta con su bolsa repleta de pequeños y grandes regalos.

    Ese coche verde me ha recordado a ese regalo que me hizo tanta ilusión cuando tenía unos 9 años. Recuerdo que me levante de la cama y fui corriendo hacia el árbol de navidad con la esperanza de encontrar ese regalo que tantas veces había pedido. Por fin, allí estaba, debajo del árbol, entre todos los paquetes. 

     Elegí el coche de color verde, era el más moderno…¡¡¡ qué color, qué dibujos y qué ruedas…totalmente tuneado!!!. La pista de carreras era grande para que pudiéramos correr a una gran velocidad con nuestros coches. Recuerdo como me reía cuando intentaste que chocara con el árbol de navidad. 

    Actualmente no conservo ninguno de esos” coches” pero guardo celosamente en mis recuerdos la sensación de esa gran carrera donde pudimos volar con esos coches como nunca antes lo habíamos podido hacer. 


      Fue solamente esa vez pero mereció la pena poder jugar juntos; y aunque nunca te enterastes, ese era el regalo que siempre pedía en las cartas de navidad: poder jugar contigo.
     

7 dic 2011

Unicornio


     Ese olor a castañas , que se pasea por algunas calles de Vitoria, me recuerda que el invierno está cerca. Me cruzo con un grupo de mujeres y hombres que llevan entre todos casi un camión de bolsas con regalos. ¡Demasiados regalos!! -pienso antes de entrar en el bar Erkiaga del Casco Viejo, donde me pido una copa de vino. Me siento en la terraza, que tiene una gran estufa, para observar tranquilamente la calle. Al cabo de 10 minutos, se acerca una pareja y se sientan a mi lado. El hombre, con bigote blanco y vestido elegantemente, espera a su compañera  que ha ido a la barra a por dos copas de vino.  Mientras está esperando, observo que sujeta con fuerza una pequeña caja de cartón, y entre sus dedos, juguetea con una nota de papel. Su compañera trae las dos copas y se ponen a charlar.

      Al cabo de un buen rato, él se levanta y cogiendo la caja de cartón se despide de ella diciendo:

.-…tengo que hacerlo. Me voy, luego nos veremos. Seguro que es ella. He guardado esta caja celosamente hasta hoy para dársela…

.-Pero…posiblemente no se acuerde de quien eres ni lo que contiene esa caja…eso ocurrió hace mucho tiempo.-le contesta ella.

.-Ya lo sé pero…aún la recuerdo y esta caja me la ha recordado siempre. ¿Recuerdas lo que decía George Sand sobre los recuerdos? – le pregunta con un fuerte acento alemán.

.- Si…que el recuerdo es el perfume del alma.- le contesta ella sin dejar de mirarle con cariño mientras se marchaba calle abajo con la caja.

    La chica recoge las dos copas y las deja en la barra. Se marcha en dirección contraria a del hombre de bigote blanco.  Allí, sentado con mi copa, me quedo intrigado por el contenido de esa caja que tengo por seguro que será un buen regalo para los dos.