¡¡Señora, señora…qué se ha dejado su libro en el asiento!! Nada…no me ha oído…y el tren ha cerrado las puertas. En fin…se lo daré al revisor por si lo reclaman. Antes de dejar el libro a mi lado, me fijo en él. Es delgado, con pocas páginas y en la portada, tiene dibujado un altavoz de los de antes. ¿Qué titulo más extraño? ¡¡¡¡ Indignaos !!!! …y está escrito por un hombre francés de 93 años que se llama Stéphane Hessel.
Decido leerlo mientras el tren sigue con su ritmo lento y deteniéndose de vez en cuando en las estaciones antes de llegar a mi destino. Me doy cuenta que Stéphane, a lo largo de su libro , hace un interesante alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacifica. Me deja pensativo y con un sabor agridulce al acabarlo.
Este paisaje me suena, ya estoy llegando a casa. Se acerca el revisor, me pide el billete sin mirarme y lo “tica” con indiferencia. Silencio, no le digo nada. Cambio de opinión, no se lo daré pero tampoco me lo llevaré, lo dejaré aquí, para que otra persona también pueda leerlo. Bajo del tren y me quedo mirándo como se pierde en la lejanía, pensando en las palabras escritas por Stéphane en aquel libro .
Fotografia del enlace http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado/2008/11/17/secuencia-primera/
ResponderEliminarVideo del enlace http://www.youtube.com/watch?v=tN2afYN0OhA