Hace una bonita noche en Cuevas de Amaya para poder disfrutar de las estrellas. Hace frío y las calles huelen a otoño, gracias al calor que escupen las chimeneas de algunas casas. Llevo una bolsa repleta de papeles y periódicos para tirarlos en un contenedor que está situado en las afueras del pueblo. En el momento de depositarlos, veo en el suelo dos libros, sucios, rotos y sin solapas. Al cogerlos, una carta amarillenta escapa entre las páginas de uno de ellos. La recojo del suelo, con curiosidad observo que está escrita solamente por una cara, la letra es elegante y me gusta lo que leo en la primera frase. Me la guardo y vuelvo a casa con gran curiosidad por saber que cuenta.
Al calor de la chimenea, empiezo a leer la carta, que estaba fechada en octubre de 1949, y estaba dirigida a una mujer que se llamaba María.
"Hola María. Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o en mi caso, demasiado pronto... (Cierra los ojos y escucha lo que dice la carta...que las imágenes no te distraigan)
“Todo viaje de mil kilómetros empieza por un primer paso”
Mientras estaba nadando en la piscina del centro Cívico de Abetxuko, me llamó la atención un chaval de unos 7 años que llevaba un buen rato en el borde de la piscina, con su gorro y sus gafas. A su alrededor veo a otros niños jugando en el agua bajo la atenta mirada de dos profesores que conversan sin dejar de observarles. Acaban su hora de “clase de natación” y todos vuelven a los vestuarios, pero el chaval sigue en el borde la piscina. Se acerca un profesor, y tras hablar con él, se marchan juntos.
Hoy he vuelto a ver a ese chaval, allí en el borde de la piscina mirando al agua con intención de tirarse pero sin atreverse. He podido constatar que sabe nadar pero cuando llega el momento de lanzarse, se bloquea . Me extraña que ninguno de sus compañeros le anime y sobre todo, que los profesores tengan asumido que no se tirará a la piscina.
Uno de los profesores llama a los chavales y salen todos del agua para ir a los vestuarios. Se queda solo, sin sus compañeros. Mira a su alrededor, respira, se ajusta las gafas y da dos pasos hacia atrás. Se queda quieto, me mira y se da cuenta que le estoy observando, vuelve su mirada al agua y empieza a caminar hacia la piscina…y se tira al agua. En ese momento sale de los vestuarios un profesor y ve al chaval dentro del agua, le hace gestos para que se acerque . El chaval nada hasta las escaleras, y sale de la piscina con una gran sonrisa , caminando hacia los vestuarios sabiendo que mañana podrá tirarse con sus compañeros.
Hoy ha ganado una de tantas de batallas, grandes o pequeñas, que tendrá que afrontar a lo largo de su vida. Y tu...¿te atreves?
Ayer en la pescadería Godoy de Abetxuko, he presenciado una escena graciosa protagonizada por una niña. Estaba tranquilamente esperando mi turno para ser atendido y delante de mi, tenia una señora que no paraba de mirar hacia la calle. Mientras guardaba el pescado que había comprado, aparece una niña, de unos 6 años , con una bolsa de la que sobresalía una botella, una barra de pan y una muñeca de trapo. Se acerca a esa señora y le coge de la mano. Durante un instante nadie le hace caso pero al preguntarle una cosa a su madre, consigue que todos nos fijemos en ella:
¿Mamá…qué quiere decir virgen?.
La madre se pone roja, la dependiente sonríe y los que estábamos en la pescadería, miramos a la madre esperando su respuesta. Nos mira, y tras un silencio, que seguramente fue eterno para ella, pide a la niña que le ayude con las bolsas de la compra. La niña se enfada e insiste preguntado de nuevo:
¿Mamá…pero qué es eso de virgen?
La madre acalorada, sonríe, saca de un bolsillo un móvil y contesta a una llamada que solo ella ha oído mientras estaba pagando el pescado. La niña no deja de mirarla pero no interrumpe a su madre. Mientras sigue hablando, coge sus bolsas de la compra y agarra de la mano a la niña con intención de salir de allí. La niña no suelta su bolsa y hace un intento en enseñarle algo pero la madre sigue con su móvil. Antes de salir, guarda el móvil y se despide de la "pescatera" y en el momento de pisar la calle, oigo como la niña vuelve a insistir:
¿Mamá…qué significa virgen?
(En el caso de leer con dificultad el texto, pinchar encima del vídeo , concretamente en "Cortometraje...") ¿Ante qué pregunta de los niños/as titubeas?
Las prisas, el contexto, los miedos, las dudas, las preguntas incómodas, la sorpresas, la presión de la gente, etcétera…nos juegan malas pasadas en más de una ocasión al no escuchar o eludir determinadas preguntas y sobre todo, al tratar de responderlas dándose situaciones extrañas tanto a la hora de explicar como de entenderlo